La sonrisa de Laura Mintegi

Nada más votar a favor de la propuesta del PNV, Laura Mintegi dirigió su sonrisa a Joseba Egibar. Su voto, el único positivo de todos los parlamentarios de EH Bildu, permitió ayer prosperar una resolución que condena la dispersión de los presos etarras. Se rompía así el empate previsible de la cámara, lo que hubiera hecho decaer la resolución. La semana pasada hubo una primera votación que salió favorable a las tesis del PNV por el error de una parlamentaria socislista, que solicitó la repetición de la misma. Entonces EH Bildu se abstuvo. Ayer, forzó la aprobación de la iniciativa peneuvista, dandole uno solo de sus votos. A continuación, Laura Mintegi sonrió al portavoz del PNV, Joseba Egibar. Hace nueve años, Batasuna permitió que prosperara el plan soberanista de Juan José Ibarretxe, dándole los tres votos necesarios para que fuera aprobado en el Parlamento Vasco. No creo que tras votar Arnaldo Otegi, entonces líder de Batasuna en la Cámara de Vitoria, sonriera a Ibarretxe o alguno otro burukide, pero ese fue el momento álgido de un proceso que terminó encallado en el Congreso de los Diputados y que supuso el principio del fin político de Ibarretxe. La resolución definitivamente aprobada ayer sobre los presos no tendrá tampoco ninguna repercusión práctica sobre el futuro de los etarras, pero la sonrisa de Laura Mintegi deja muy claro el poder de la izquierda abertzale. Es verdad, que entonces ETA mataba. Ahora, ya no lo hace. Pero tanto entonces como ahora sigue existiendo. Y la izquierda abertzale sigue sabiendo administrar su poder, además de dejarle recados al PNV. Su sonrisa es la mejor prueba.