jueves, 17 de diciembre de 2015

Puñetazo a la izquierda

Lo que hizo ayer ese muchacho pontevedrés de 17 años, autocalificado como anti-fascista, fue un puñetazo a la credibilidad democrática de la izquierda. Al golpear en la cara al líder conservador de éste país sembró las dudas respecto a la capacidad que puedan tener determinadas ideologías de respetar a la democracia.

La izquierda política, como la derecha, tiene un largo historial de escaso, cuando no nulo, respeto a la democracia, demostrado en múltiples ocasiones en el pasado. Toda ideología aspira a imponer sus postulados, a los que considera plenos de bondad innata, lo que convierte a sus ciegos admiradores en peligrosos intolerantes, máxime si cuentan con escaso cerebro. En Europa, desde hace dos siglos, cuando se asistió a la eclosión de las ideologías políticas, se ha ido avanzando en el sentido de limitarlas en aras del principio de aplicación democrática. Siempre que ha habido retrocesos se han debido a descerebrados, como el chaval de ayer.

Solo espero que con los años, siempre que lo aproveche para ilustrarse, el joven pontevedrés comprenda que ayer le dio un puñetazo a lo que dice defender.

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