miércoles, 23 de diciembre de 2015

Líneas rojas y demagogia



La entrevista entre Rajoy y Sánchez de hoy, celebrada durante escasos cuarenta minutos, es todo un síntoma de las pésimas relaciones personales entre ambos dirigentes. No puede ser que con los graves problemas derivados de la composición del futuro parlamento, el presidente del gobierno en funciones y el líder de la principal formación opositora sean incapaces de mantener una conversación larga y tendida. Máxime después de los resultados electorales, que si tienen una lectura inequívoca, más allá de demagogias, es el mandato de los electores a sus dirigentes políticos para que dialoguen, negocien y saquen adelante entre todos al país.

Después de cuatro años de abuso por parte de Rajoy de su antigua mayoría absoluta, ahora es el momento de negociar y no marcar ninguna líjea roja. Por eso tampoco se entiende que Sánchez a la vez se niegue a priori a facilitar la investidura  de su enemigo personal y critique a Igleisas por imponer condiciones.

Nada de líneas rojas. ¡A negociar!

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