Es gratificante vivir en un país que encarcela a cinco banqueros para cumplir la pena mínima de dos años al entender que existe una especial gravedad en los delitos de apropiación indebida y administración desleal, a los que fueron condenados. Así, lo ha ordenado la Audiencia Nacional, aplicando un criterio de excepcionalidad, ante lo que cabría preguntarse qué delitos no deberían adquirir tal consideración.
En cualquier caso es reparador que los señores Gregorio Gorriarán, Juan Fernández Gayoso, José luis pago, Óscar Rodríguez Estrada y Javier García de Paredes hayan pasado su primera noche entre rejas, después de haberse repartido casi 19 millones de euros cuando estuvieron al frente de Novagalicia, caja de ahorros que se hundió ocasionando un quebranto a todos los contribuyentes españoles de 8.269 millones de euros. Y lo será también que devuelvan los diez millones de euros que estimó el tribunal.
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