domingo, 22 de septiembre de 2019

La foralidad

Hoy les quiero hablar de la verdadera singularidad vasca, que no es, pese a lo que algunos puedan imaginar, la lengua o la etnia, como querrían algunos, sino la foralidad, ese sistema político, institucional y jurídico que al menos desde hace seis siglos rige en las sociedades vasco-navarras y en las relaciones con el resto de los antiguos reinos hispánicos y hoy con el Estado español. Y de la disputa entre el PNV y el PP por presentarse como los defensores de tal sistema social.

El partido de Sabino Arana nació despreciando a los fueros, pero pronto corrigió su error, presentándose como el adalid de ellos; eso sí, modificando el marco geográfico de tal sistema, evolucionando del provincial original a uno inédito hasta finales del siglo XIX, el regional, mucho más acorde con su planteamiento nacional. De los fueros guipuzcoanos, vizcaínos, alaveses o navarros, pasó así a los fueros vascos . Unos fueros que acreditaban su pretensión autonomista respecto al Estado-nación español. En esa evolución, asistimos hoy en día al último jalón de tal proceso: la Nación Foral Vasca que pretende el lehendakari Urkullu, con la que confirmar la construcción nacional vasca.

Por su parte, el PP, que ha vivido estas semanas una reveladora controversia política entre el líder del partido en el País Vasco, Alfonso Alonso, y la portavoz parlamentaria estatal Cayetana Álvarez de Toledo, acaba de presentar su ideario sobre la autonomía vasca, el programa político del PP vasco. A diferencia del PNV, el PP recuerda, con criterio historicista, que los titulares de los derechos históricos, de la foralidad, no son el pueblo vasco, sino los ciudadanos de los territorios forales; es decir, de las provincias. El comunicado político que ha hecho público el PP vasco, además de considerar a la foralidad como la garantía de la libertad, resalta que las raíces del País Vasco son precisamente la foralidad, presentándose como los herederos de los liberales vascos que en el siglo XIX construyeron unas autonomías provinciales, basándose precisamente en las instituciones forales: las diputaciones y las juntas generales de cada uno de aquellos territorios. En suma, el PP vasco se presenta como un claro defensor del instrumento económico heredero de aquello: el Concierto Económico, ante planteamientos, como el de otras formaciones políticas, lease Ciudadanos, que abogan por su abolición, recordando  que tal instrumento fue constitucionalizado en 1978, precisamente en la Constitución vigente, la única en toda la historia de España que ampara y reconoce el hecho foral.

Si este debate intelectual les parece no solo interesante, sino tremendamente actual y decisivo por su relevancia para el futuro del País vasco y por tanto para España y de todos sus ciudadanos, pueden indagar más en el libro que acaba de publicar el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, bajo el título de La constitucionalización de la foralidad (1975-1978) y que pueden conseguir en dicha institución o en librerías especializadas de historia y derecho como Marcial Pons.

http://www.cepc.gob.es/publicaciones/libros/colecciones?IDP=2767

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