miércoles, 29 de julio de 2020

Algo se mueve en Gibraltar

Las autoridades de Gibraltar han llegado a la conclusión de que el futuro del peñón no puede estar muy alejado de la Unión Europea, por lo que han enviado claras señales a sus interlocutores españoles a favor de algún tipo de unidad aduanera con la UE y un libre tránsito al modo de libre circulación existente entre los Estados europeos de Schengen.


Todo ello es más que razonable, aunque solo sea atendiendo a la geografía del enclave británico en Europa. Y los males entrevistos  del Peñón tienen un solo culpable: el nefasto referéndum del brexit, instrumento malhadado para la unidad del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, en el que, como suele ser usual en todos los plebiscitos, ganó un nacionalismo, en este caso el inglés, y perdieron muchos ciudadanos británicos, entre ellos infinidad de escoceses, irlandeses y también gibraltareños.


El gobierno de ese adalid del nacionalismo inglés, el populista Boris Jonson, tuvo que transigir que Irlanda del Norte disponga de unas aduanas propias, en aras del mantenimiento del plan de paz con la República sureña y por propio interés comercial de sus habitantes. Ahora, empieza el turno para Gibraltar, cuya entrevista de su ministro principal, Fabian Picardo, con la ministra de exteriores española, Arancha González Laya, ha levantado el recelo en un Johnson que puso en cuarentena a todos los que viajen desde España, actuando una vez más como todo el populista y, por tanto, nacionalista, que es.

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