miércoles, 13 de marzo de 2013

Odio a los semejantes

La Audiencia Provincial de Madrid juzga estos días a cuatro cabezas rapadas que propinaron una terrible paliza a un indigente, que tuvo que estar prostrado en cama durante 541 días, habiéndole quedado lesiones neurológicas que le impiden realizar por si solo cualquier actividad compleja. La Fiscalía solicita doce años de cárcel para uno de los agresores y diez para el resto. El juicio ha permitido rememorar una brutal paliza que casi le cuesta la vida a una persona. Pero lo peor ha sido el alegato del defensor de dos de los cuatro acusados. El letrado Ángel Pelluz ha sostenido que los indigentes no son humanos, que son cánceres de la sociedad que hay que extirpar. Y que la actuación de sus defendidos se explica porque ha habido una provocación previa: la existencia de esa persona en la calle. No se si las penas solicitadas a los acusados no son demasiado benévolas, pero de lo que no tengo ninguna duda es de que habría que juzgar también a su abogado por incitat al odio contra sus semejantes.

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