Todo vale

La decisión de Luis Bárcenas, ex tesorero del PP, de contar la verdad ha puesto en una tesitura muy complicada a Mariano Rajoy. No solo por las inculpaciones que ha vertido contra el presidente del Gobierno, que ahora deberán ser verificadas en el curso de un sumario procesal, sino por la imagen que proporciona del PP. De lo ayer dicho por Bárcenas se colige que el PP se financiaba ilegalmente y que existìa un sistemático reparto de sobresueldos a los altos cargos del partido. Ambas cosas son muy graves. Según lo dicho entregó en 2010 hasta 25.000 euros a Rajoy en biletes de 500 euros. Y en 2011, el presidente de la constructora Obrascon Huarte Laín (OHL), Juan Miguel Villar Mir, entregó 300.000 euros al partido. La financiación de los partidos sigue siendo uno de los problemas más graves de la democracia española. Con unas afiliaciones muy bajas, viven del erario público, generosamente repartido por votos en las elecciones. Pero aún así los grandes partidos son incapaces de ceñirse a lo recibido. Tanto el PSOE, recuerden el caso Filesa, como el PP incurren en financiación ilegal para sufragar sus gastos.  Y sobre todo para echar al enemigo del poder. Ese es el objetivo máximo de la financiación ilegal: echar  a los otros y colocar a los tuyos. Y ahí todo vale. Antes se hacía mediante la violencia, ahora mediante las urnas. Algo hemos mejorado en este país. Pero seguimos sin cumplir la ley.