jueves, 7 de enero de 2016

Democracia

El problema de los partidos políticos españoles es que aún no tienen la suficiente cultura democrática exigible, diferenciándonos en este aspecto de otros países de nuestro entorno europeo. Y si no creen en lo que les digo ahí tienen las líneas rojas. Sí, la que han puesto los demagogos, obligando a asumir una entelequia de derecho en un Estado que no para de votar. O, incluso, la que han impuesto esos bisoños que hacen tontas lecturas de los resultados electorales imponiendo vetos. O, también, la de aquellos que pretenden salvar la cara de determinado candidato, quemado por una gestión que no ha recibido el respaldo de la mayoría de lo españoles.

Cuando lo que han dicho las urnas es muy claro: el gobierno futuro ha de ser de coalición entre las formaciones que obtengan la mayoría del Congreso, la cámara en la que estamos representados todos los ciudadanos de éste país.

Tan sencillo como eso, tan evidente como la democracia que aún nos cuesta.

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