miércoles, 27 de enero de 2016

Es la deuda de las petroleras, estúpido



Ni la crisis de China, ni la desaceleración de los emergentes, ni la deflación en Europa. En puridad, ni siquiera la bajada del precio del petróleo, aunque esto influya directamente en la enfermedad que padecen los mercados: la desvaloración de las petroleras. 

Parodiando la célebre frase de la campaña electoral de Bill Clinton, en realidad el problema económico que atenaza ahora la economía mundial es la elevada deuda de las multinacionales petroleras. Esa dificultad no sería grave con un precio alto del petróleo, pero ante la espectular bajada del barril experimentada en los últimos meses, la realidad nos ha mostrado la vulnerabilidad de unas petroleras, endeudadas hasta las trancas.

Como en el cuento, todos hemos visto que el rey estaba desnudo. Y en el capitalismo, eso incita a los tiburones, que están despedezando en todas las bolsas a las petroleras, ocasionando las fuertes caídas generales de estos días. ¡Estúpido, es la deuda!

Así, pues, el mayor peligro actual de la economía mundial se llama burbuja energética, debida a la deuda de las petroleras. La lógica capitalista obligaría, pues, a un mayor consumo de los derivados del oro negro, justo cuando la conciencia por las energias alternativas se generaliza entre las poblaciones y las críticas a la industria automovilística se redoblan, así como la oposición al fracking.

Una vez más, caminos divergentes.


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