lunes, 7 de enero de 2019

Veremos

La negativa del Papado ha inmiscuirse en la exhumación de los restos de Francisco Franco supone el enésimo fiasco del gobierno de Sánchez. Ya les anuncié en 2018 que tal asunto se convertiría en uno de los más graves problemas generados por tal gabinete, que no está de más recordar que fue recibido por la opinión pública como uno de los más competentes de los habidos en los últimos años. Pues, bien, ya en 2019, seguimos pendientes de tal cuestión, porque en la práctica la decisión del Vaticano supone que no forzará a los benedictinos responsables del Valle de los Caídos a plegarse a las intenciones gubernamentales.

¿Que hará ahora el ejecutivo para intentar imponer su autoridad, algo que es básico en todo gobierno que se precie? ¿Será capaz de denunciar el Concordato que rige las relaciones entre el Estado español y Roma? ¿O se limitará a confiar en que el Tribunal Supremo le saque, una vez más del entuerto, en el que se metió? 


Veremos, como diría el maestro Miguel Ángel Aguilar. 

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