Evidentemente, no podemos seguir así. Lo que ponen de manifiesto los papeles secretos de Bárcenas es de tal gravedad, que no vale la mera negación de los hechos por parte de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
O se hace una limpia absoluta en la corrupción que atenaza nuestto sistema político o la propia democracia estará en peligro. E históricamente se sabe como acaban estas cosas: cayendo en un populismo aún más grave del que ya padecemos o directamente en la legitimación de la dictadura.
No podemos perder más tiempo, por el bien de la democracia, una democracia que permitió colocar a España en su mejor momento de toda la Historia.
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