Benjamín Netanyahu se ha incorporado al club de políticos que adelantan elecciones para perder poder. Se trata de una selecta agrupación que cuenta con destacados miembros. En nuestro país, pertenecen de pleno derecho al mismo Artur Mas y Francisco Álvarez-Cascos.
Bibi Netanyahu contaba con 42 escaños, pero se embriagó de poder. Harto de depender de las pequeñas formaciones que pueblan la Knesset, el parlamento israelí, dio un golpe de timón y convocó los comicios. El resultado es que ahora tiene solo 31 escaños y depende aún más de sus rivales para lograr los 61 escaños necesarios para su investidura.
Artur Mas, que perdió diez escaños en las últimas elecciones, sigue tensionando a la coalición que preside. Unió Democràtica de Catalunya, formaciön confederalista, no independentista, ha cuestionado su pacto con Convergència Democràtica de Catalunya. El mesianismo de Mas fractura, pues, su propia base, pero me temo que no será lo último que veamos en esta carrera hacia ninguna parte.
Y Álvarez-Cascos, el mejor del club, ya que llegó a perder todo el poder, muestra una vez mas su soberbia. En su comparecencia en el juicio por el Prestige, la peor catástrofe ambiental sufrida en España, dice que no ve al jefe de bomberos neoyorquino acusado por el 11-S. No entiendo muy bien porqué se compara con ese señor que seguro que se jugó la vida aquel trágico día, a diferencia de Álvarez-Cascos que estaba de cacería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario