Un Poder Judicial profesional

La Corte Suprema de Argentina acaba de anular la reforma judicial de Cristina Fernández de Kirchner. La presidenta populista de Argentina pretendía cambiar el sistema de elección del Consejo de la Magistratura, el órgano que selecciona y destituye a los jueces, similar a nuestro Consejo General del Poder Judicial. Lo que pretendía Cristina de Kirchner era que los miembros de ese órgano fueran elegidos por sufragio directo de los argentinos, encuadrados en las listas electorales de los partidos políticos. Evidentemente se trataba de una nueva vuelta de tuerca contra Montesquieu y la división de poderes. Es decir, la reforma kirchneriana avanzaba en la construcción de un estado totalitario. A su vez, la alternativa existente es claramente retrógrada, ya que los miembros del Consejo de la Magistratura son elegidos mediantes estamentos: jueces, abogados, académicos.  La independencia del Poder Judicial es clave en todo sistema democrático. Por ello, se debería huir de cualquier tipo de elección, ya que esta predispone a la agrupación de intereses. Debería buscarse un sistema que primara el conocimiento con un criterio de selección estrictamente técnico, propiciando la máxima profesionalización. Es la única manera de evitar el colonialismo político en un poder básico de la democracia o el mantenimiento de privilegios estamentales propios de otra época. En España, deberíamos ir a un modelo similar.