La anarquía, a examen

La anarquía, a examen Alcobendas. España. Un bloque de viviendas en la calle Francisco Largo Caballero presenta una convivencia imposible. Más de la mitad de las casas han sido okupadas. Entre los que han llegado hay de todo: gente sin recursos que solo busca un cobijo, pero también personas que se dedican al negocio ilegal de venta y alquiler de pisos, al tráfico de drogas y al robo. En cualquier caso, el resultado es desalentador sobre la condición humana. La suciedad invade las zonas comunes del bloque. No solo basuras, también orines y otros restos. A su vez, hay un riesgo evidente de incendio ya que muchos cables eléctricos han quedado al aire sin protección, debido a que se han roto contadores y se han empalmado líneas. Algunos vecinos, de derecho o de hecho, se han procurado grandes perros para garantizar su posición y amedentrar a los potenciales rivales. En suma, la ley de la selva. Christiania. Dinamarca. La mítica comuna hippy  se está planteando su futuro, después de muchos años de decadencia y crisis. Sus miembros debaten en asambleas buscar alternativas de producción, que diversifiquen el mercado de venta de drogas blandas tradicional de la comuna. Un portavoz de la asamblea ha declarado que pretenden evitar que Christiania se convierta en un nido de víboras. "Queremos que aquí también se aplique la ley", llega a afirmar este miembro de la comuna. Evidentemente hay grandes diferencias entre uno y otro ejemplo. La mayor de ellas, la diferencia cultural a favor de la segunda, además del grave problema social existente en la primera. Pero, sin duda, que estos ejemplos permiten reflexionar sobre la aplicación de la ideología anárquista entre los seres humanos.