lunes, 3 de febrero de 2014

Política

El presidente del Gobierno y todos los miembros de su gabinete se han pasado todo el fin de semana en Valadolid participando en una convención de su partido. El mensaje que querían enviar a la sociedad era el de la unidad del partido, lo que muestra la crisis que padece el PP desde que sus sector más extremista decidiera enseñarle  los dientes a Rajoy. Ni éste, ni otros de los verdaderos problemas que tiene el PP, como la designación de su cabeza de lista para los próximos comicios europeos y la previsible crisis ministerial que conllevará, han sido resueltos en la convención. Todos los que han participado en la misma han hecho todo lo posible por escenificar la unidad de la que carecen. Y claro con tanto esfuerzo no han podido ocuparse de lo realmente preocupante este fin de semana: las consecuencias del tremendo temporal vivido en el cantábrico. Si no el presidente, al menos el ministro responsable de costas podría haber dejado la convención y haber visitado el litoral afectado. Claro, que eso es trabajar para la sociedad y lo otro hacer política.

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