lunes, 10 de febrero de 2014

Sentimientos

La controversia ha vuelto a la Comunidad Valenciana después de que la Academia de la Lengua determinase una obviedad: que el valenciano hablado en aquella región es una mera variedad del catalán.  Rápidamente los truenos han sonado por toda la comunidad. Una significativa parte del electorado, definido por su conservadurismo y regionalismo, aborrece llamar catalán a la lengua que, junto al castellano, es utilizada en aquella comunidad. Pero es que se trata de la misma lengua romance que se habla en Cataluña, Baleares, el Rosellón, la Cerdaña, Andorra, la denominada franja de poniente en Aragón y Alger en Cerdeña.  Eso dice la razón, pero en las sociedades modernas que estamos construyendo ese criterio ya no es definitivo, siendo relativizado en demasiadas ocasiones. Escuchemos al secretario general del PP valenciano, Serafín Castellano, quien tras criticar la conceptualización hecha por la Academia Valenciana de la Lengua, advierte a esa institución que con su dictamen se enfrenta al sentimiento de los valencianos. Ya hemos llegado al sentimiento. Eso es lo importante: lo que sienta la gente, independientemente de que se asiente en la razón, en la verdad, en los hechos históricos. Y si lo que se siente es mayoritario, se impone sin más. Perversa utilización de la democracia que solo nos puede llevar al error y desgraciadamente también al desastre.

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