jueves, 27 de febrero de 2014

Revelación no tan divina

Revelación no tan divina Difícilmente era imaginable que los camellos se convertieran en la prueba de cargo contra la intransigencia religiosa que ha convertido el Antiguo Testamento en una prueba de fe. Y esto es aplicable a los fundamentalistas de las tres religiones del libro: cristianos, judíos y musulmanes. Nadie podía sospechar que ese animal refutase la literalidad de la Biblia. Pero así ha sido. En el Genesis se lee que el sirviente de Abraham viajó en camello para buscar mujer para Isaac, el hijo de su amo. Pero, ha quedado demostrado que en la época histórica de Abraham, datada en el segundo milenio antes de Cristo, el camello aún no estaba domesticado.  Las pruebas científicas han estipulado que los primeros camellos que fueron utilizados para el transporte humano en Oriente Próximo son del inicio del primer milenio antes de Cristo. La narración del Génesis incurre de esta manera en un anacronismo, impropio de un texto que se pretende revelación divina. Al menos, si identificamos divinidad con perfección.

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