Herido, pero no muerto

Por primera vez desde 1982, el PP y el PSOE no alcanzan el 50% de los votos en unas elecciones. Evidentemente se trata de una crisis del bipartidismo. El PP se deja dos millones y medio largos de votos con respecto a las elecciones europeas de 2009. En el caso del PSOE, la sangría parece imparable y el partido que hace treinta dos años era hegemónico en España necesita de una profunda catàrsis que impida que pierda su relevancia política lograda desde el inicio de la Transición Democrática.  Pero esta debacle socialista, general en toda España salvo en Andalucía, tampoco repercute en la aparición de una clara alternativa en la izquierda. IU avanza considerablemente, pero ve como aparece una formación rival, Podemos, capaz de hacerle sombra hasta el punto de arrebatarle el tercer puesto en Madrid. La existencia de estos dos focos permite al PSOE mantener en dos millones de votos la diferencia con la primera de esas dos formaciones. También se asientan los partidos centristas, como UPyD y Ciudadanos, arrebatando ese espacio al PP y al PSOE, pero juntos no alcanzan ni los dos millones de votos. En suma el bipartidismo del PP y PSOE sufre su revés más importante, hasta el punto de poner en duda la alternancia en el poder mantenida desde 1982, pero la distancia con los terceros sigue siendo cuantitativamente relevante. Por tanto, el bipartidismo del PP y PSOE  y su consecuente alternancia en el poder ha recibido un serio aviso del electorado español, pero las alternativas a él se encuentran aún a mucha distancia.