martes, 6 de mayo de 2014

Una chica joven y con glamur

Ese fue el argumento que el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, empleó para prescindir de César Antonio de Molina como ministro de Cultura y ser sustituido por Ángeles González Sinde.  Al menos eso es lo que ha contado ahora el afectado, el exministro César Antonio de Molina. Si así fuera, expresaría de una manera concluyente el desprecio y la inversión del valor cultural en la época actual. Estaríamos ante el grave hecho de un presidente del Gobierno que en vez de recurrir a la valía y bagaje de un personaje para ocupar un especial puesto público, se decante por otro, teniendo en cuenta que debe ser mujer, joven y con glamour. Tamaña frivolidad e inconsciencia  va a ser difícil de justificar, sobre todo por lo trágico de muchas de sus decisiones. Zapatero nos tenía acostumbrados a muchas cosas, efectivamente. Pero con ésto se lleva la palma.

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