jueves, 22 de mayo de 2014

Patética Europa

Después de meter el palo en el avispero ucraniano y recibir el zarpazo del oso, la Unión Europea está ahora implorando a Vladimir Putin que no corte el suministro de gas a Kiev. Pero no lo hace por solidaridad con los hasta ahora defendidos nacionalistas ucranianos, sino por propio interés. Salvo España e Italia, el resto de los paìses de la Unión Europea dependen del gas ruso, por lo que Bruselas teme un aumento de su precio si se corta el suministro. Moscú acaba de firmar un gran contrato de exportación con China, diversificando su mercado y fortaleciéndose con ello. En cambio, la UE depende más que nunca de Moscú. Patético.

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