martes, 10 de noviembre de 2015

El embite



Uno echa de menos en los mandatarios españoles una mayor defensa de la unidad estatal en nombre de la democracia y eso que algo hemos avanzado tras los resultados de las últimas elecciones catalanas, donde las fuerzas independentistas -pese a no admitirlo todas- quedaron por debajo en número de votos respecto a las formaciones que prefieren mantener la unión con España, con los diversos matices existentes.

Ha costado mucho que desde el PSOE y sobre todo desde el gobieno se hable de que lo está en juego aquí es la democracia. Porque no nos engañemos, el incumplimiento de la ley en un Estado de Derecho niega la democracia y acaba con ella.

Y peor ha sido que en los últimos años se ha permitido a las formaciones secesionistas llenarse la boca con la democracia, cuando lo que pretendían era subvertirla, tambien por diferentes motivos, incluso algunos por ideales.

Por eso no puede pasarse sin crítica que ayer en el Parlamento catalán, Artur Mas calificase al Estado español de predemocrático. Todavía estoy esperando que nuestros gobernantes y los líderes de los partidos de la oposición digan bien claro que España es una democracia desde hace cuatro décadas y que por eso nuestro país pertenece al club democrático más selecto de los existentes: la Uniön Europea.

No se puede hacer oídos sordos al embite lanzado y la respuesta debe centrarse en la defensa de la democracia, frente a los que quieren acabar con ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario