lunes, 1 de febrero de 2016

La ronda del monarca

Lo tiene difícil Felipe VI para lograr que la segunda ronda con los partidos tras las elecciones del 20 de diciembre ofrezca novedades que permitan desbloquear la actual situación, caracterizada hasta ahora por el inmovilismo de los principales partidos.

Tampoco se puede pretender que el monarca se saque de la chistera una solución. Los poderes del jefe del Estado son muy limitados y no incluyen el poder moderador que en los siglos XIX y XX arrastró al descrédito a la monarquía.

El desbloqueo debe venir de los partidos, los verdaderos actores políticos en una democracia. Y en concreto de los más votados. Eso es lo que exige la democracia.

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