jueves, 28 de abril de 2016

Anteojeras





En Venezuela se suceden los asaltos a supermercados y otros comercios protagonizados por multitudes que tan solo pretenden saciar sus necesidades básicas. Los apagones de luz son continuos e impiden el normal desarrollo laboral de una sociedad, que suma a ello las incomodidades personales del corte de fluido. El gobierno de Maduro ha reducido a dos días laborales a la semana la jornada de los funcionarios públicos. El país sudamericano se desliza así hacia una implosión de imprevisibles consecuencias, trágicas muchas de ellas.

Es difícil encontrar algo más alejado del Progreso social. Por ello, es incomprensible que una parte de la izquierda considere el modelo venezolano como una guía a seguir por el resto de la Humanidad. Las anteojeras que portan son de grueso calado.

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