miércoles, 27 de abril de 2016

Elecciones

Han tenido que pasar cuatro meses y una semana para constatar que la derecha y la izquierda de este país son incapaces de alcanzar acuerdos suficientemente estables para garantizar gobiernos. Debe haber algo atávico en ello, que hunde sus raíces en el terrible siglo pasado, en definitiva en las dos Españas de infausta memoria. Pero tampoco los últimos cuarenta años, democráticos, han servido de mucho para crear una cultura del diálogo, de la negociación, de la transacción. El bipartidismo vivido durante ese tiempo ha permitido en demasiadas ocasiones las mayorías absolutas, lo que no ha facilitado dejar atrás esas rémoras. Ahora que unas nuevas elecciones confirmarán un escenario protagonizado por cuatro partidos relevantes, repitiendo prácticamente el resultado, sería bueno que fuésemos capaces de progresar y dejar atrás nuestro sórdido pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario