martes, 15 de mayo de 2012

Recogida de basuras

La Izquierda Abertzale trata de imponer en los municipios guipuzcoanos donde gobierna el sistema de recogida de residuos denominado "puerta a puerta". Este consiste básicamente en dividir en cinco apartados los residuos de cada familia: papel, plástico, vidrio, materia orgánica y rechazo, ésta última fracción incluye todo aquello que no se puede rcciclar.  Cada día de la semana se deben sacar uno de estos residuos y colocarlos en un poste del que penden unas perchas asignadas a cada vecino. De tal manera que queda claro quien saca qué.  El contenido de cada cubo es vigilado por un gestor municipal autorizado, quien tiene capacidad de imponer multas por el mal uso del sistema. Es decir, ese gestor puede remover, por ejemplo, el día dedicado al papel y husmear en las facturas y otros ducumentos de los que te desprendas. O el día dedicado al material orgánico, comprobar cuántas veces consume marisco determinada persona. Este sistema lleva ya años aplicándose en los feudos tradicionales de la Izquierda Abertzale como son los municipios de Usurbil, Hernani, Oiartzun y Antzuola, los tres primeros en el área metropolitana de San Sebastián. 37.500 vecinos, un 5 por ciento, de Guipúzcoa, están sometidos a este sistema que te obliga a la siguiente disciplina: lunes, jueves y sábado, materia orgánica; rechazo, domingo; plástico, martes  y viernes; papel, miércoles. El vidrio se puede bajar cualquier día y depositarlo en los únicos contenedores que hay. La Izquierda Abertzale pretende extender el sistema a otros 34 pueblos, hasta alcanzar los 225.000 habitantes, el 31,8 por ciento de la población guipuzcoana. Entre ellos está Zarautz, donde 8.404 vecinos, de 22.000, han firmado contra el sistema, aduciendo, entre otras cosas, la mala imagen que darán a los turistas las calles llenas de postes con las basuras, en una villa eminentemente dedicada a este sector. En la capital guipuzcoana, San Sebastián, la Izquierda Abertzale no goza de la mayoría para imponer el "puerta a puerta". Los defensores del sistema señalan que funciona en otras partes del mundo como Bruselas, Milán, Quebec y parte de Cataluña. Los críticos advierten que en ninguna parte del mundo se consigue reciclar el 100% de los residuos. Hoy por hoy es técnicamente imposible. Austria que es el país más avanzado en recogida de residuos deja un 20 por eiento, fundamentalmente de lo calificado como rechazo, sin reciclar y con un claro destino: la incineradora. Y aquí llegamos al quid de la cuesión. Herri Batasuna lleva muchos años negándose en redondo a construir una nueva incineradora en Guipúzcoa por considerar que son tóxicas para la salud humana. Y eso que los tres vertederos que hay en la provincia están saturados. Hasta ahora, los excedentes se enviaban a Vizcaya previo pago. Pero desde hace unos meses, Vizcaya se niega a recibir más basuras guipuzcoanas. Las autoridades de Bildu que controlan la Diputación de Guipúzcoa han negociado con Soria, Burgos y Segovia el envío de las basuras. Es decir, a la Izquierda Abertzale no le importa recurrir a España para enviarle sus miserias. Pero las tres provincias han respondido con una negativa. Mientras, el problema se encalla y se agudiza. Y todo ello por no quitarse las anteojeras ideológicas y admitir que habrá que construir una incineradora tarde o temprano.  Pero claro han sido muchos años luchando contra algo que es necesario y básico, y que consiste en que cada provincia solucione sus propias basuras. Pero, no vaya a ser que si admitimos que estábamos equivocados en una cosa, terminemos aceptando que errábamos en otras muchas. Así, que nada: férrea disciplina para con los vecinos, vigilancia de las basuras y lo que no se puede reciclar, pues... nos lo comemos si es necesario. No vaya a ser que admitamos un error y terminemos aceptando otras muchas cosas.

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