Segunda expropiación

La decisión de ayer de Evo Morales de expropiar la Empresa Transportadora de Electricidad, filial de Red Eléctrica de España, supone la segunda expropiación de intereses españoles en Sudamérica, constatándose las horas bajas de nuestro país. Evidentemente esta expropiación no ha sido igual que la de YPF perpetrada por Argentina, ni daña tanto los intereses de la empresa afectada. Solo un 1,5 del negocio de Red Eléctrica se verá afectado, mientras que las pérdidas de Repsol fueron considerables. YPF representaba la mitad de la producción del Repsol y el 21 por ciento del beneficio neto. Tampoco las formas han sido iguales. Cristina Fernández de Kirchner diseñó una campaña de acoso y derribo, negandose a recibir a los directivos de Repsol y ocultando a las autoridades españolas sus intenciones. Además, el Gobierno argentino pretende escamotear las compensaciones a Repsol por lo que el asunto terminará en los tribunales internacional. Evo Morales avisó al menos con tres horas de antelación y ha anunciado que una empresa independiente valorará la compensación a Red Electrica. Es posible por tanto que finalmente la cosa no termine en pleito. En lo que sí coinciden ambos casos es, por un lado, la situación desesperada de ambos gobernates, Fernández de Kirchner y Morales, y su repuesta populista que sólo desembocará en pérdidas para sus países; y por otro en la respuesta que debe dar el Gobierno español. Y aquí es importante que nuestro país articule una contraofensiva que nos devuelva el respeto internacional que hemos perdido. Ese es el reto del ejecutivo de Mariano Rajoy.