jueves, 5 de febrero de 2015

La sibilina Europa

El nuevo gobierno griego empieza a descubrir lo cortantes que son las esquinas de esa construcción que se denomina la Unión Europea. Lo pudo comprobar ayer el mismo Yanis Varufakis, ministro de finanzas, que tras recibir buenas palabras de Mario Draghi, vio horas después como el Banco Central Europeo cortaba la liquidez a los bancos helenos y en consecuencia al propio gobierno griego. También lo pudo intuir Alexis Tsipras, que hasta fue besado por el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker. Al menos, François Hollande se mantuvo distante con el primer ministro heleno, aunque solidario con los griegos que son los que efectivamente padecen los efectos negativos de la austeridad impuesta.

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