miércoles, 21 de marzo de 2018

Lavapiés

Los sucesos vividos en el barrio madrileño de Lavapiés y la respuesta dada por el Ayuntamiento de Madrid han supuesto la confirmación de la incapacidad de Podemos para gobernar. Tan taxativo me manifiesto por diversas razones:

Primero, por dar alas a las falsas noticias que presentaban la muerte del mantero debida a la represión policial. En esa labor, destacaron diversos ediles del equipo consistorial madrileño, de Podemos y de las plataformas aliadas, así como renombrados fundadores del partido, como Juan Carlos Monedero, que acompañaron sus acusaciones con la habitual demagogia. Caben recordar aquí algunas de las consignas empleadas, como la de que el capitalismo mata.

Segundo, el ayuntamiento no defendió en ningún momento a su policía, a la que se había acusado de ocasionar la muerte del mantero. La actitud del consistorio fue tan  inapropiada que cabe preguntarse si en algún momento repararon en que la supuesta policía asesina era la suya.

Tercero, el ayuntamiento impidió que los propios policías pudieran aclarar la situación a través de las redes sociales, en un ejercicio contra la trasparencia, impropio de quienes basaron su discurso en la renovación de los casposos partidos tradicionales a los que acusaban de oscurantismo.

Y cuarto, el calibre de las anteojeras ideológicas es de tal grosor, que les impide ver la realidad. No digamos, por tanto, la posibilidad de cambiarla objetivamente a mejor. Esta, es sin duda su mayor tara, que nos afecta a todos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario