miércoles, 15 de febrero de 2012

De nuevo, el Majestic

El PP catalán y su dirigente Alicia Sánchez-Camacho han logrado imponer al Gobierno de Artur Mas unas relaciones de fidelización en la doble plaza de Barcelona y Madrid; es decir, en el Parlament catalán y en las Cortes españolas. Lo de menos es que Sánchez-Camacho haya logrado retrasar la tasa turística hasta después de la campaña de verano, reducir el canon del agua o aumentar las exenciones al copago sanitario, sino que lo importante es que se evidencia que PP y CiU vuelven al escenario de la época de Aznar y Pujol cuando suscribieron allá por 1996 un pacto de gobernabilidad en el salón inglés del Hotel Majestic. Quedan ya lejos los desplantes de Artur Mas al PP, como cuando firmó ante notario que nunca pactaría con ese partido.  La deriva soberanista de Convergència parace un tanto aguada y la actuación del PP retrasará la recuperación del discurso nacionalista por un concierto económico similar al vasco y navarro. La realidad se ha impuesto en CiU, conocedora de que el PP tiene mayoría absoluta en Madrid y ellos solo relativa en Barcelona.

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