viernes, 17 de febrero de 2012

La dimisión del presidente alemán

La dimisión del presidente alemán Ha sido suficiente que la Fiscalía alemana pidiera el levantamiento de la inmunidad de la que gozaba el presidente alemán, Christian Wulf, para que este se viera obligado a dimitir. El democristiano Wulf es investigado por cohecho y tráfico de influencias. Dos meses ha durado la resistencia de Wulf desde que el diario Bild reveló que había obtenido un préstamo ventajoso de un empresario, que utilizó en comprarse una residencia donde instalarse con su segunda esposa. También se le investiga por otro préstamo a otro empresario, pero en este caso de avalista cuando era primer ministro de la región de Baja Sajonia. Da gusto ver a una democracia fuerte como Alemania como resulve en apenas dos meses un asunto sospechoso que manchaba la principal institución del país, aunque no la más importante. La Presidencia alemana es un cargo meramente protocolario, ya que donde reside el poder es en la Cancillerìa del Gobierno, dirigida por Angela Merkel. Fue precisamente Merkel quien se empeñó en que el Parlamento eligiera a Wulf como presidente, ganando en una reñida votación a Joachim Gauck, un defensor civil de los derechos humanos en la antigua Alemania comunista. Sin duda, que le habría ido mejor al país germano con ese pastor protestante que fue el azote de la Stasi, la temible policía secreta de la extinta RDA. Alemania tiene ahora otra oportunidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario