El paro y la reforma

Decía la ministra de Trabajo este domingo en ABC que con la reforma laboral no pierde nadie. Siento disentir, porque evidentemente sí que hay unos perdedores: los trabajadores en activo. Nadie puede negar que la nueva reforma laboral supone una reduccion de derechos del trabajador en beneficio de las empresas. Es más, la reforma supone un desequilibrio a favor de un lado en las negociaciones laborales. Otra cosa es que con más de cinco millones de parados algo había que hacer. Y que habrá mucho desempleado que contemple sin rechazo una reforma que pretende reactivar el mercado de trabajo. Pero una cosa es lo que pretenda y otra lo que puede ser la realidad. Espero equivocarme pero esta reforma tendrá un efecto a corto plazo que será un aumento... del número de parados. Mucho empresario se verá muy tentado de aprovechar  y adelgazar los michelines. Ya nos había avisado hasta el propio Rajoy: habrá más parados. La clave está en los efectos a largo plazo, pero mientras no crezcamos económicamente no habrá reducción de desempleo. Ese debe ser el objetivo claro de toda la sociedad:  crecer y combatir al paro,  el drama de nuestro país.