martes, 30 de enero de 2018

Suturar heridas

Afortunadamente, el presidente del Parlamento catalán ha evitado el choque institucional. En el ánimo de Roger Torrent ha debido pesar el ejemplo de su predecesora, Carme Forcadell, quien terminó achatándose ante la Justicia para poder salir en menos de 24 horas de la cárcel.

Se trata, indudablemente, de un avance en la senda de lo conveniente, que sin duda pasa por el diálogo y las concesiones, no por las imposiciones unilaterales. Sin embargo, estamos ante un mero aplazamiento del pleno del Parlamento catalán y Torrent ha querido dejar claro que el candidato a presidente de la Generalitat sigue siendo el prófugo de la Justicia Carles Puigdemont.

En unos días sabremos, si el presidente del Parlamento decide finalmente apostar por la convivencia institucional y, valorando la recuperación del autogobierno catalán, optar por otro candidato, mandando a Puigdemont al desván de la historia, o vuelve a la senda del enfrentamiento, empeñándose en reivindicar la legitimidad del expresidente de la Generalitat y devolviéndonos al aciago mes de diciembre pasado, en el que Cataluña no solo se empobreció, sino que se fracturó socialmente. 

Sin duda, que los cantos de sirena, emanados por la épica nacionalista, serán un poderoso reclamo para Torrent, que como pasó con Puigdemont, no querrá pasar por traidor. Para ello, las vanguardias de choque del independentismo se exhibirán por las calles, como hicieron en la plaza de Sant Jaume, cuando el expresidente estaba a punto de firmar la convocatoria electoral. 


Difícil, por tanto, que Torrent se atreva a descabalgar definitivamente a Puigdemont, aunque tenga para ello el apoyo de su conmilitón encarcelado, de Oriol Junqueras, evidenciando las diferencias existentes en el seno del independentismo. Pero no imposible. Y por supuesto muy deseable, ya que permitiría a Cataluña suturar sus heridas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario