Tras tres años de euforia, la economía brasileña se estanca. Este año su PIB crecerá solo un 1,75%, cuando en 2010 lo hizo un 7,5%. Es mal síntoma que las potencias emergentes frenen su crecimiento en un mundo donde Europa está mal, Estados Unidos regular y China da también síntomas de cansancio.
En la década pasada, Brasil atrajo la atención mundial por su despegue económico. Por fin el país del futuro se hacía presente. Fue tal su progresión que desbancó al Reino Unido como sexta potencia del mundo.
Pero, lo trágico no es ver como los antiguos países subdesarrollados superan a Europa. Lo dramático es que Europa necesita que sigan así para que tiren de nosotros y nos saquen de la crisis ¿Quién lo iba a pensarhace solo un cuarto de siglo?
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