lunes, 24 de septiembre de 2012

Un pronóstico



Tan vez no sea muy aventurado pronosticar que solo nos queda medio año de empeoramiento económico. Marzo o abril de 2013 podría ser el momento en que toquemos finalmente suelo, despues de más de cinco años de una terrible crisis económica, que ha dejado temblando al Estado de Bienestar y ha provocado auténticas tragedias.

Para que el pronóstico tuviera visos de hacerse realidad hay que cerrar primero la crisis de la prima de riesgo. Lo lógico es que el próximo mes, España se acoga al rescate suave, que pese a su nombre implicará más recortes en un nuevo y duro memorándum. El Gobierno trata de evitar este nuevo trance, pero me temo que con más optimismo que con realismo.

Y el segundo requisito para alcanzar el pronóstico dicho hace referencia a los avances en la unión bancaria y fiscal europea. Estaba previsto para enero, pero ya se sabe que en Bruselas las cosas van despacio. Así, que el final del primer trimestre del año próximo parece un cálculo más realista.

Cuando esto se concrete, nuestro país compaginará la ventaja de permanecer en el euro, cuestión puesta en duda durante esta grave crisis,  con el hecho de estar verdaderamente repaldado por un Banco Central. A cambio perderemos algo de soberanía, pero nadie lo lamentará salvo exaltados nacionalistas, que siempre los hay.

Así que, el segundo semestre del año que viene puede ser el momento de dejar de caer. Eso no significa que inmediatamente empecemos a crecer. Tan soló que ya no retrocederemos. Siempre que el enfermo no se nos haya muerto de tanta sangría practicada.

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