viernes, 21 de septiembre de 2012

Un futuro más inestable





El choque de trenes se produjo ayer en la reunión de La Moncloa entre Mariano Rajoy y Artur Mas. Era más que previsible. Ahora hay que pensar en el futuro. Y ese futuro solo puede pasar por unas elecciones, que algunos presentarán como plebiscitario.

Pero lo importante es saber con que programas acudirán los partidos. ¿Se atreverá Convergència a asumir sin tapujos la propuesta independentista y acudir con ella a esos comicios? ¿Que haría Unió si así fuera? ¿UDC, partidario de una confederación española en los más de cien años de su historia, dará  el paso a la independencia por seguir a Convergencia o mantendrá  sus planteamientos de permanencia en España? Por esto es más probable que CiU acuerde una propuesta menos rupturista,  aunque igualmente soberanista. El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, ya avanzaba esta mañana que podría ser la reivindicación de un Estado propio en detrimento de la claridad que debería ser exigible en los momentos actuales.  En cualquier caso, CiU tiene garantizado un aumento de votos, en detrimento de ERC.

Esquerra se afanaba ayer en proponer un frente independentista, porque también es importante no perder escaños en el nuevo Parlament. El Partido Popular será la única formación que defienda claramente el actual status quo lo que le reportará un incremento de votos, casi los mismos que pierda el PSC, atrapado en su duda hamletiana. El resto de votos que pierdan los socialistas los ganará Iniciativa.

El resultado, pues, será desalentador: subirán CiU, que puede alcanzar la mayorìa absoluta, y el PP. Es decir, una sociedad catalana más polarizada y más inestable por tanto. La negociación tendrá que continuar.

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