El saldo del temporal vivido la semana pasada en áres del sur y este de España es demasiado elevado para un país de la Union Europea. Diez muertos y tre desaparecidos son una cifra demasiada alta. Evidentemente la causa de la tragedia es imputable solo a una naturaleza desatada, pero no está de más evaluar posibles carencias de nuestras infraestructuras.
Se trata de analizar detenidamente lo que pasado para extraer las lecciones necesarias que eviten en un futuro algo similar. Ver si el trazado de algunas autovías puede ser un problema y crear los desagües necesarios que eviten unas avenidas de agua mortales. En suma, poner la pericia técnica al servicio de conseguir que no vuelvan a ocurrir hechos como el vivido estos días, que tiene un deje tercermundista innegable.
Y para ello es fundamental que los medios de comunicación presten todo su esfuerzo a resaltar lo ocurrido. Pero, me temo que no ha sido así. Salvo en televisión, y no en todas, no se le ha dado la importancia que requería al temporal sufrido.
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