ETA estaría dispuesta a disolverse y poner fin así a más de medio siglo de existencia si el Gobierno central facilitara una solución para sus presos. Tal habría sido el mensaje llegado desde la banda terrorista a la izquierda abertzale, según publica hoy El País.
De ser así, no habría ningún dato más objetivo de la derrota sufrida por ETA. En anteriores negociaciones de la banda con el Gobierno, ETA partía presuntuosamente del hecho que daba por descontada la liberación de sus presos e intentaba imponer sus condiciones políticas: Navarra y la autodeterminación.
Ahora, derrotada policialmente, se limita a trasladar a sus compañeros políticos que hagan llegar al Gobierno el mensaje de que al menos la mayoría de los presos de ETA está dispuesta a disolver la banda si cambia la política penintenciaria. Tan solo unos irreductibles, encabezados por el sanguinario Txapote, se mostrarían reacios. En cualquier caso, es la contastación del fracaso de ETA.
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