De la actual situación de Bankia tiene que ver mucho el reciente pasado de Caja Madrid. Y en esta última entidad, la labor realizada en los últimos años. Miguel Blesa, amigo de José María Aznar, fue su presidente desde 1996 a 2008. Sus méritos para ser presidente se basaban fundamentalmente en ser un hombre de confianza del entonces presidente del Gobierno. Según los informes del Banco de España, el período 2003-2007 fue el origen del desfase patrimonial de la caja que acabaría arruinando a Bankia. Ese desfase fue debido, como no, a la burbuja inmobiliaria.
En 2007, desde el Banco de España se informó oficialmente a Blesa mediante una carta que el riesgo con promotores inmobiliarios había crecido un 55%, urgiéndolea informar al Consejo de Administración de la situación que ello conllevaba. Blesa aduce que informó al Consejo de Administración de esa advertencia, cuestión negada por varios consejeros. Blesa admite que no entregó la carta, pero sí contó su contenido, extremo también negado por los citados consejeros.
Es un claro ejemplo de la necesidad de aclarar que ha pasado en el sector bancario en este país durante la orgía del ladrillo. Por eso, hay que mantener la investigación parlamentaria que quiere cerrar el PP y proseguir las indagaciones judiciales. Para saber que pasó y extraer todas las consecuencias necesarias, incluidas las responsabilidades personales a que haya lugar.
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