La actualidad del día de ayer tuvo dos noticias destacadas: el intento de asesinato a manos de un talibán de una adolescente de 14 años, cuyo único crimen era acudir a la escuela a estudiar, y el desbordamiento sufrido por Obama a manos del candidato Romney en la intención de voto en las encuestas norteamericanas tras el debate televisado entre los dos aspirantes.
Malala Yousafzai, hija de un maestro, se hizo famosa en su país, Pakistán, por escribir un blog en el que defendía el derecho de las niñas a estudiar. Fue suficiente para que un fanático islamista haya intentando acabar con su vida. Tras ser operada de un tiro en la cabeza, se debate entre la vida y la muerte.
La mala actuación de Barack Obama en el debate le ha costado doce puntos, quedando cuatro por debajo de su rival, Mitt Romney. Por primera vez, parece dudosa la reelección del actual presidente de Estados Unidos, debido al vuelco electoral.
Ambas noticias son relevantes e incluso trascendentes. Por eso no se entiende que un medio serio como El País abra a cuatro columnas su edición de hoy con la continuación de los datos que el FMI pronostica sobre España. Es más, no deja de ser alarmista titular con que la prima de riesgo puede alcanzar los 750 puntos. Y sobre todo, no es serio.
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