El espectáculo ofrecido por el PP durante el fin de semana es de nuevo impresentable. Me refiero al forcejeo entre Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre. Una descarada lucha por el poder, donde el respeto por el electorado queda aparcado en aras de las peleas internas.
De nada vale el serio aviso del electorado a los grandes partidos que hasta ahora han conformado el bipartidismo en nuestro país. Ellos siguen a lo suyo. A pelearse entre ellos, despreciando la búsqueda de soluciones a los graves problemas que padecen los ciudadanos y que deberían ser el leitmotiv de su actuación.
Mientras que en el PSOE no dan cuartel a Pedro Sánchez, en el PP hemos vuelto a ver por enésima vez la cruda realidad: solo interesa el poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario