jueves, 5 de abril de 2018

Es la impunidad

Acierta el periódico El País en llevar a portada, incluso como primera noticia, la crisis que vive Brasil, agudizada esta madrugada cuando el Tribunal Supremo ha confirmado la prisión para Lula dq Silva. Quien fuera el más exitoso presidente de Brasil, bajo cuyo mandato ese gigante latinoamericano dejó de ser una promesa para convertirse en un presente, está condenado a 12 años de cárcel por un caso de corrupción. 

La decisión de la más alta corte de Justicia de Brasil supone cerrar el paso a Luiz Inàcio da Silva en la carrera a la reelección presidencial en la que anda embarcado con muchas posibilidades de triunfo, a la luz de los sondeos existentes. Nos encontramos, pues, ante un conflicto típico en una democracia, aquel que enfrenta a la ley con la voluntad popular. Los Estados de derecho se definen por la primacía de la primera, mientras que las demagogias abundan en la segunda solución.

A todo esto se añade el carisma de Lula, un referente para la izquierda no solo iberoamericana, sino mundial. Los millones de pobres que dejaron de serlo bajo su gobierno, avalan su trayectoria, que, no obstante, quedó manchada cuando diversas instancias judiciales le han considerado culpable de haber aceptado como soborno un apartamento playero.

Pero yerra El País, cuando titula que “El Ejército de Brasil amenaza con actuar si Lula queda libre”. Para ser rigurosos, este debería ser: “El Ejército de Brasil amenaza con actuar si hay impunidad para Lula” o, incluso, más rotundo: “El Ejército de Brasil amenaza con un golpe de Estado si hay impunidad para Lula”.

Porque eso es lo que han hecho, varios altos mandos militares. El jefe de las Fuerzas Armadas ha amagado con un golpe, pero no porque el idolatrado Lula quede libre, sino ante la posibilidad de que el ciudadano Luiz Inàcio da Silva esté por encima de la ley. 

Esa es la relevante cuestión, que debería estar clara, al menos desde hace más de doscientos años, en concreto desde 1789, cuando sucedió la Revolución francesa, inicio de una Edad Contemporánea, en la que los retrocesos superan en demasiadas ocasiones a los avances.


No hay comentarios:

Publicar un comentario