Cuatro meses eran mucho

Finalmente, las elecciones vascas serán el 21 de octubre, adelantándose en casi cuatro meses a la fecha en la que finalizaba la legislatura. Tanto el PP como el PSOE han hecho imposible el agotamiento de la misma, debido a que han primado sus desavenencias a nivel nacional frente a sus coincidencias sobre Euskadi.

Es más, ambos partidos van a plantear la lucha electoral que se avecina separándose al máximo en sus planteamientos. Hoy mismo, el todavìa lehendakari señalaba que estas elecciones no girarán en torno a lo identitario, sino al modelo social izquierda/derecha. 

Sin embargo, el resultado de los comicios será previsiblemente la vuelta a una situación de mayoría nacionalista en el nuevo Parlamento vasco. Probablemente gane de nuevo el PNV y esta vez pueda gobernar, apoyándose eventualmente en los socialistas, en los populares e incluso en Bildiu, cuando necesite tirar de populismo nacionalista.

El peor resultado, desde un punto de vista de lucha democrática frente a la violencia, será el aumento de votos de Bildu. Previsiblemente quedarán en segunda posición, por delante de socialistas y populares. No ganarán porque empiezan a acusar el desgaste de gobernar en diputaciones y ayuntamientos. Es más si Patxi López hubiera agotado la legislatura, el desgaste de la nula y fuertemente ideologizada gestión de Bildu hubiera sido más evidente en estos próximos cuatro meses, reduciendo aún mas sus expectativas electorales.