lunes, 20 de agosto de 2012

Lur maitea




"No es necesaria ninguna etiqueta política para poder amar una tierra". Son palabras de José Ramón Goñi Tirapu, quien fue gobernador civil de Guipúzcoa con el PSOE. Lo que sostiene es una perogrullada en cualquier lugar del mundo, salvo en uno: en Euskadi, donde durante muchas décadas se ha intentado imponer un discurso monolítico sobre la única manera de ser vasco. Y por supuesto, esa única manera de ser era obligatoriamente la del nacionalismo vasco.

Con la renuncia de ETA a matar -hecho logrado por el acoso legal a la banda- estamos asistiendo en Euskadi a un creciente  debate sobre las diversas formas de entender lo vasco. Ese debate, independientemente de su calado, es en sí mismo enriquecedor por la pluralidad que ofrece. En los matices está la riqueza.

Y si no que se lo digan al propio Goñi Tirapu, quien desde Madrid anhela poder votar en Euskadi y poder abrazar a su hijo, un etarra fugado.



No hay comentarios:

Publicar un comentario