jueves, 2 de febrero de 2017

Intervención política

La exclusiva dada hoy por Ernesto Ekaizer, denunciando que el Banco de España alteró las normas al estallar la crisis económica, es un ejemplo revelador de uno de los problemas más graves que padece nuestro país: la intervención política en cuestiones técnicas.

En concreto, la Dirección General de Supervisión de la entidad maquilló la regulación con el objeto de mitigar y diferir el reconocimiento de la enorme morosidad a la que hacían frente los bancos, ante las crisis del ladrillo. Eso ocurrió mientras dirigía el Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien informaba de una manera optimista al gobierno sobre la situación real del sector financiero, cuando en realidad éste se encontraba a punto de irse al traste.

Un banco central es el instrumento que disponen los Estados para asegurar el cumplimiento de las reglas financieras y obligar así a los bancos a cumplir escrupulosamente con las normas. El problema es poner al frente de esa institución a personas cuyas prioridades son otras y solo buscan ayudar políticamente al gobierno de turno. Por razones -o sinrazones- ideológicas.

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