jueves, 22 de junio de 2017

Instrumentalización de la democracia

Theresa May, la primera ministra británica, convocó unas elecciones con el único objetivo de arrasar a la oposición y disponer de manos libres para negociar el brexit con la Unión Europea, sin tener que consensuarlo con el Parlamento. Aquella jugada, viciada por una utilización instrumental de la democracia, le salió mal, hasta el punto de no disponer ahora de mayoría absoluta en Westminster, a diferencia de antes. 

Ello le ha obligado a variar su estrategia. Ahora promete una negociación consensuada con el Parlamento. Eso, sin duda es una buena noticia para la Unión Europea, porque enfrente no habrá una posición monolítica, pudiendo aprovecharse Bruselas de las divisiones internas británicas

Hace un año, el Reino Unido era un socio comunitario, tal vez receloso de las políticas comunes, pero a fin de cuentas uno los 27 miembros de la mejor construcción democrática mundial. Ahora, está obligado a negociar, incluso a mal negociar, su salida, debido a un plebiscito.

Referéndum que fue convocado por otro primer ministro, David Cameron, que quiso con ello aplastar a la oposición interna de su partido. De nuevo, otro caso de instrumentalización de la democracia. Y las víctimas de todo ello, serán los ciudadanos británicos, pero también todos los europeos.

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