martes, 6 de junio de 2017

Vuelta a las armas

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, publica hoy un artículo en diversos periódicos europeos llamando la atención sobre algo, que pese a su obviedad, no está de más recordar:  la conveniencia de que la Unión Europea se dote de una defensa militar. Durante las últimas décadas, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Europa se ha permitido el lujo de delegar esa función en Estados Unidos, confiando en que tal paraguas era suficiente de cara a garantizar la seguridad de sus países.

Sin embargo, la elección de Donald Trump nos ha mostrado lo rápido que se está deteriorando la relación transatlántica. Ya Alemania lo ha advertido, dejando claro que el futuro de la Unión Europea no pasa por Washington, ni tampoco por su aliada Londres, como el referéndum del brexit evidenció.

Tampoco ayuda el vendaval proteccionista que contagia el mundo, insuflando de vigor a los nacionalismos. Nada más alejado del sueño europeo, que consistió en la paulatina supresión de fronteras, cuando sectores cada vez más importantes de la población, incluida la europea, sueña con delinear en los mapas nuevas barreras. 

Una generación de europeos hemos tenido la inmensa bendición de no vernos inmersos en una guerra. No se si la siguiente tendrá tanta suerte o llegará el día en que a cada uno de ellos les obliguen a vestirse un uniforme y a matar en nombre de cualquier patria, alentados por los fabricantes de ellas, que hacen siempre su agosto. 

Eso, la vuelta a las armas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario