jueves, 6 de julio de 2017

El enemigo, en casa


El gobierno de España negocia con las autoridades comunitarias europeas el traslado de la Agencia del Medicamento a Barcelona, una vez que su antigua sede, en Londres, tendrá que cerrar, después de que los británicos aprobaran en plebiscito el brexit, con lo que el Reino Unido perderá las ventajas de contar con un millar de empleados adscritos a tal organismo y todos los puestos indirectos de trabajo que acarrean,

Será una de las consecuenias inmediatas de aquel referéndum. España maniobró desde el día siguiente a aquella votación, proponiendo que Barcelona, Cataluña y toda España se beneficien del error cometido por los británicos. A favor de la pretensión española está el hecho del potencial de Barcelona y la circunstancia de ser esta ciudad una de las más conocidas en todo el mundo, debido a su reclamo turístico.

Pero en contra tiene el proceso independentista en el que están embarcados los dirigentes institucionales catalanes . Desde Bruselas se recuerda que en el caso de independizarse Cataluña, la hasta entonces región abandonaría la Unión Europea, por lo que no tendría sentido trasladar un organismo comunitario a un territorio que dejaría la Unión Europea.

De tal manera que el principal enemigo a la posibilidad de que Barcelona sea sede de la Agencia del Medicamento es el gobierno catalán. Tal vez haya llegado el momento no solo de exigir responsabilidades a unos dirigentes por los gastos dilapidados en las consultas celebradas, unos seis millones de euros, y en las previstas, sino también por todas aquellas inversiones frustradas por el proceso soberanista.

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